¡ATENCIÓN!
No vacíe el manguito nunca con un equipo de medición de la presión del manguito –
realice el vaciado siempre con una jeringa.
Antes de desinflar el balón mediante una jeringa y de extraer la cánula deberá limpiar primero
la zona traqueal por encima del balón, aspirando las secreciones y el moco. En los pacientes
lúcidos que conservan los reflejos se recomienda aspirar al paciente y desbloquear simultánea-
mente la cánula traqueal. La aspiración se realiza con un catéter de aspiración que se introduce
a través del tubo de la cánula hasta la tráquea. De este modo, la aspiración no planteará proble-
mas y se realizará de forma cuidadosa con el paciente, minimizando el reflejo de tos y el peligro
de una posible aspiración.
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Despresurice a continuación el manguito de baja presión realizando al mismo tiempo
una aspiración.
Así se eliminarán las secreciones existentes y ya no se podrán inspirar. Recuerde que,
en cualquier caso, antes de volver a insertarla, la cánula debe limpiarse o desinfectarse
según las disposiciones siguientes y lubricarse con aceite para estoma.
Proceda con sumo cuidado para no lesionar las mucosas.
Pasos para la extracción de las cánulas traqueales Fahl
:
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La cánula traqueal debe extraerse con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás. Para ello,
sujete la cánula lateralmente por el escudo de la cánula o el soporte (ver Imagen 7).
Extraiga la cánula traqueal con cuidado.
La cánula exterior (si existe un manguito de baja presión con balón inflado) permanece en el
traqueostoma.
Durante la extracción de la cánula interior se debe prestar atención a lo siguiente: Primero se
debe soltar el cierre entre la cánula interior y exterior girándolo ligeramente en sentido antihora-
rio (en estado insertado, en el lado del paciente).
La reinserción se realiza en el orden inverso de las instrucciones anteriores.
IX. LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN
¡ATENCIÓN!
Por motivos higiénicos y para evitar riesgos de infección, las cánulas traqueales Fahl
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deben limpiarse a fondo al menos dos veces al día, o más en caso de secreción abun-
dante.
En caso de un traqueostoma inestable, se deberá asegurar siempre la vía respiratoria
antes de extraer la cánula traqueal y tener a mano una cánula de repuesto preparada
para insertarla. La cánula de repuesto se debe insertar inmediatamente, incluso antes de
comenzar con la limpieza y desinfección de la cánula sustituida.
¡ATENCIÓN!
¡Para la limpieza de las cánulas no se deben utilizar lavavajillas, cocedores al vapor,
hornos microondas, lavadoras ni aparatos similares!
Tenga en cuenta que su plan de limpieza personal que, en caso necesario, también incluye
desinfecciones adicionales, siempre deberá ajustarse con su médico y según sus necesidades
personales.
La desinfección solo es necesaria con regularidad cuando esté indicada sanitariamente por
prescripción médica. El motivo de la desinfección reside en que las vías respiratorias de los
pacientes sanos tampoco están libres de gérmenes.
En los pacientes que presentan un cuadro clínico específico (p. ej. MRSA, ORSA y otros)
y en los que existe un mayor peligro de reinfección, no es suficiente una limpieza sen-
cilla para cumplir los requisitos de higiene especiales para evitar posibles infecciones.
Recomendamos una desinfección química de las cánulas según las instrucciones, tal
como se describe abajo. Consulte a su médico.
¡ATENCIÓN!
Los restos de agentes de limpieza y desinfectantes que queden en la cánula traqueal
pueden producir irritaciones de las mucosas u otros perjuicios para la salud del pa-
ciente.
Las cánulas traqueales se consideran instrumentos con espacios huecos, por tanto, al llevar a
cabo la desinfección o limpieza debe prestarse especial atención a mojar la cánula completa-
mente con la solución empleada y que sea permeable (ver Imagen 8).
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